segunda-feira, 22 de agosto de 2011

DECEPCIÓN EN EL PUERTO

Transcrevo o título da crónica assinada por Emilio Trigo, no Mundotoro. O tom é de crítica violenta para a qualidade dos touros. Mas os toureiros não saem incólumes nesta história, a julgar pela opinião de outros críticos. António Lorca, escrevia, na edição de ontem do El Pais, a propósito da corrida da véspera em Málaga: "Nunca se sabrá si fue casualidad, pero en el cartel figuraba un torero de postín, por nombre Enrique Ponce, muy querido por estos lares, que pasó desapercibido a causa de la manifiesta falta de fuerzas de su lote. Pero fueron evidentes su lamento y pesar por las condiciones de sus toros; como si él no supiera antes del comienzo de qué cojeaba la corrida elegida por su equipo. Ese es, una vez más, el problema: que las figuras exigen el toro tonto de remate, el bobo, el lisiado, y, después, pretenden engañar con gestos de supuesta reprobación." O tema dos touros e toureiros volta hoje às páginas do matutino, em crónica ácida de José Luis Merino, sobre a corrida de Bilbao: "las corridas llamadas duras, tal la de Miura de ayer, las figuras del toreo, incluidos los Armani, no quieren verlas ni siquiera en vídeo. De ahí que las tengan que lidiar los toreros modestos, jóvenes -y no tan jóvenes- con su punto compulsivo de desesperación que salen a jugarse la vida cada tarde. A pesar de todo, incluida la Junta Administrativa, ellos son los que mantienen la poca y, a la vez, gran verdad de esta gran mentira en que han convertido los taurinos de pan y melón del espectáculo taurómaco". Escreve quem sabe e leio para aprender. Já agora, a piada ao "toureiro armani" refere-se a Cayetano Rivera.

Sobre a corrida de ontem:
Plaza de toros de El Puerto. Corrida goyesca. Tres cuartos de plaza. Toros de Albarreal, el quinto como sobrero. Bien presentados, pero de nulo juego. Enrique Ponce, ovación y palmas; Sebastián Castella, ovación y ovación y Alejandro Talavante, ovación y palmas.


O paseíllo de ontem, em El Puerto,
talvez o melhor momento da tarde...

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