(...)
Llegué, así, a un alto portín herrumbrado. Entre las rejas descifré una alameda y una especie de pabellón. Comprendí, de pronto, dos cosas, la primera trivial, la segunda casi increíble: la música venía del pabellón, la música era china. Por eso, yo la había aceptado con plenitud, sin prestarle atención. No recuerdo si había una campana o un timbre o si llamé golpeando las manos. El chisporroteo de la música prosiguió.
Llegué, así, a un alto portín herrumbrado. Entre las rejas descifré una alameda y una especie de pabellón. Comprendí, de pronto, dos cosas, la primera trivial, la segunda casi increíble: la música venía del pabellón, la música era china. Por eso, yo la había aceptado con plenitud, sin prestarle atención. No recuerdo si había una campana o un timbre o si llamé golpeando las manos. El chisporroteo de la música prosiguió.
Pero del fondo de la íntima casa un farol se acercaba: un farol que rayaban y a ratos anulaban los troncos, un farol de papel, que tenía la forma de los tambores y el color de la luna. Lo traía un hombre alto. No vi su rostro, porque me cegaba la luz. Abrió el portón y dijo lentamente en mi idioma:
—Veo que el piadoso Hsi P'êng se empeña en corregir mi soledad. ¿Usted sin duda querrá ver el jardín?
Reconocí el nombre de uno e nuestros cónsules y repetí desconcertado:
—¿El jardín?
—El jardín de los senderos que se bifurcan.
(...)
(...)
Talvez, como nenhum outro, este conto de Borges regressa aos meus dias, de forma persistente. Não creio que seja tanto pelo anti-climax, que Crónica de uma morte anunciada levaria à perfeição, mas pela impossibilidade de Yu Tsun lutar contra o seu destino. Os labirintos de Borges são, com frequência, legíveis e visionáveis. São, nesse sentido, particularmente (cinemato)gráficos. Não tenho dúvidas que o que neles me fascina é, também, isso. O outro tema, o que se esconde no jardim, quase se me torna secundário.
Borges tratou exemplarmente o tema da alteridade: nos caminhos que se bifurcam e nos espelhos de que fala quase obsessivamente (para além dos tigres, claro...).
ResponderEliminarParabéns pelo nível dos teus escritos e pelas pistas de leitura que nos vais deixando.
PL