No início era um. Havia um poço "árabe" em Moura. Na realidade, a peça é mais tardia (sécs. XIV-XV). Depois, ao do largo da Mouraria juntou-se mais um, encontrado na Primeira Rua do mesmo bairro. Mais recentemente, e na Treceira (assim mesmo) Rua da Mouraria, surgiu outro. São bocais de poço interessantes, com paralelos conhecidos em Córdova e em Sevilha. Soube ontem da existência de mais dois, muito parecidos aos de Moura, no Museo de Arte Español Enrique Larreta, em Buenos Aires. E em dois sites de leilões estiveram até há pouco, à venda, dois bocais em terracota primos-irmãos dos de Moura.
No final da próxima primavera, a Casa do Poço Árabe ressurgirá como a Casa dos Poços (ohhhh, não, mais museus...).
Enquanto esse tempo não chega, matemos a sede com Antonio Machado.
¡Ay del que llega sediento
a ver el agua correr,
y dice: la sed que siento
no me la calma el beber!
¡Ay de quien bebe y, saciada
la sed, desprecia la vida:
moneda al tahúr prestada,
que sea al azar rendida!
Del iluso que suspira
bajo el orden soberano,
y del que sueña la lira
pitagórica en su mano.
¡Ay del noble peregrino
que se para a meditar,
después de largo camino
en el horror de llegar!
¡Ay de la melancolía
que llorando se consuela,
y de la melomanía
de un corazón de zarzuela!
¡Ay de nuestro ruiseñor,
si en una noche serena
se cura del mal de amor
que llora y canta sin pena!
¡De los jardines secretos,
de los pensiles soñados,
y de los sueños poblados
de propósitos discretos!
¡Ay del galán sin fortuna
que ronda a la luna bella;
de cuantos caen de la luna,
de cuantos se marchan a ella!
¡De quien el fruto prendido
en la rama no alcanzó,
de quien el fruto ha mordido
y el gusto amargo probó!
¡Y de nuestro amor primero
y de su fe mal pagada,
y, también, del verdadero
amante de nuestra amada!
(Antonio Machado)
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